Cuando pensamos en enviar a nuestro hijo a un campamento en el extranjero para que practique inglés, una de las principales preocupaciones de los padres es si su hijo se encontrará bien en un lugar que no conoce, conviviendo con gente extraña para él y que además hablan en una lengua   que no es la suya, aunque la esté estudiando… ¿qué pasará si enferma? ¿comerá bien? ¿le tratarán con confianza?

Lo que para muchos es una preocupación supone también una maravillosa OPORUNIDAD de que nuestros hijos pongan en práctica fuera de casa todos esos aprendizajes familiares que nosotros tratamos de inculcarles todos los días: que sean educados, que respeten al resto de los miembros de la familia, que hablen con corrección, que se ocupen de sus cosas sin que nadie tenga que ir detrás de ellos recogiéndolas…

Y esto es lo que finalmente sucede. Nuestros hijos aprenden no sólo el idioma sino otros usos y costumbres que en muchas ocasiones importan de su familia anfitriona y estas también se quedan con cosas que nuestro hijo les ha trasladado de las nuestras. La convivencia proporciona un enriquecimiento mútuo y esto es maravilloso

familia anfitriona

¿Cómo son muestras FAMILIAS ANFITRIONAS?

Las familias que se ofrecen para acoger estudiantes en su casa son cuidadosamente seleccionadas, acogiendo a los alumnos como un miembro más, con los mismos derechos y obligaciones y creando un vínculo que se mantendrá en el tiempo.

Las familias son de clase media, y son entrevistadas y seleccionadas por nuestros coordinadores, comprobando que reúnen todos los requisitos para alojar al estudiante.

En NECOM sabemos que es muy importante la adaptación del alumno a la familia y a su comunidad, porque de ello dependerá en gran parte el éxito del programa, por eso ponemos tanta dedicación y empeño en el estudio de los perfiles de las familias acogedoras y el estudiante acogido, para que todo vaya de maravilla