Las grandes ventajas de la lectura

Leer es uno de los ejercicios más eficaces para nuestro cerebro. Los avances en neurociencia de los últimos tiempos revelan que además, incluso a nivel fisiológico, leer es una de las actividades más provechosas a nivel cognitivo que podemos realizar. No importa el género, el idioma o la longitud, cualquier cosa que leamos con regularidad repercute positivamente en nuestro cerebro.

La lectura es clave y muy importante para nuestros hijos, es productiva para aprender, ampliar vocabulario, estimular su imaginación, su creatividad, haciendo que sientan más interés por las cosas que les rodean y aumenten su cultura.

Es fundamental concienciarnos de estos beneficios para que desde que aprenden a leer comiencen a saber disfrutar y divertirse con un buen libro y fomenten así este provechoso hábito.

Pero es difícil a veces que adquieran el hábito, o lo mantengan a edades donde tienen otras opciones de ocio. Desde que son pequeños es necesario incluir los libros entre sus juguetes, compartir momentos leyendo cuentos, y conforme se hagan mayores, es importante encontrar libros que les enganchen, adecuados a su edad, pero teniendo en cuenta sus gustos y aficiones para hacer de la lectura un hábito divertido y relajante. Sobre todo en la etapa de la adolescencia podemos intentar separar lo que son las lecturas académicas obligatorias de lo que supone leer por placer, podemos buscar y regalarles libros que puedan interesarles, a veces relacionados con sus hobbies o aficiones: hay una amplia oferta de literatura juvenil e incluso en las webs de las editoriales hay recursos muy interesantes con actividades digitales para jóvenes.

Por ejemplo, los libros en formato cómic para los adolescentes que leen muy poco, es una buena vía de acceso, o los libros de películas o series de moda, pues si conocen la trama y personajes a través de la pantalla será más fácil introducirles en la lectura. Y también los libros en formato digital, ya que hoy día pasan mucho tiempo con este tipo de dispositivos y es posible que se interesen por leer de esta manera.

No existe una receta mágica para inculcarles el placer de leer, pero es cierto que si ven que en casa los mayores leen, ellos seguramente mostrarán interés. Por ejemplo, es buena idea acercarles y habituarles a visitar una biblioteca. Que vuestro hijo esté familiarizado con lo que es una biblioteca, que vaya a menudo y escoja sus propios libros es una de las mejores maneras de fomentar su amor por la lectura.

También como plan de ocio ir a actividades que organizan muchas bibliotecas y librerías con cuentacuentos, presentaciones de libros, visitas de autores … La lectura debe ser entendida como una forma de ocio apta para cualquier edad y una vez adquirido el hábito supone un placer para cualquiera de nosotros, y podríamos afirmar que si nuestros hijos disfrutan con la lectura nunca se aburrirán.